Si analizamos de manera conjunta por una parte, la evolución de la cotización del euro frente a la divisa norteamericana, y por otra, el comportamiento del Dax de Frankfurt, llegamos a la conclusión de que su correlación es positiva con una
Beta cercana a 1, a excepción de algunas sesiones a finales de diciembre de 2009. Durante 2010 el desplome de la moneda única europea se ha vistado acompañada de un descenso muy significativo del indicador germano.
La cuestión ahora sería si una recuperación del euro podría implicar consecuencias alcistas para el Dax. A tenor de lo sucedido en el pasado, existen indicios para pensar que así podría ser. Es necesario, en consecuencia, calibrar esas posibilidades de rebote al alza de aquél. En principio, el único argumento a favor de un rebote es la divergencia alcista del
RSI, que podría apuntar a una ralentización de su ritmo de caída. A pesar de tratarse del único punto a favor, no es un argumento despreciable. La consecuencia podría ser una reacción al alza hasta niveles próximos a los
1,40 dólares por euro. Ello abriría la posibilidad de una reacción alcista al Dax hasta los máximos de principios de 2010. La primera prueba de fuego sería para el índice alemán la
resistencia de los 5.750. La superación de este nivel favorecería la hipótesis apuntada anteriormente. En caso contrario, seguiría el escenario de debilidad técnica.